Marlene Castillo, 16 julio 2016. 

Este artículo es testimonial y crítico.

Acabo de leer – luego de una media cura de silencio por mi afectada salud física y política - las portadas y entrevistas que directamente o entre líneas siembran el mensaje sobre la ruptura del Frente Amplio y del rupturista Marco Arana de Tierra y Libertad (10 y 11 de julio) – en medio de intenciones de aclaraciones de un militante Carlos Monge, en el diario uno que suele estar abierto a ese tipo de campañas contra TYL. Lo que más me ha sorprendido es la confusión de periodistas sobre FA y TYL, el contar la historia del FA al revés (Martín Hidalgo en El Comercio, 10 Julio) y sobre todo que no haya un esfuerzo especial del Frente Amplio y de TYL como instituciones para hacer las respectivas aclaraciones públicas en medios masivos.  

El efecto es perverso: se está dejando con éxito a la derecha mediática el construir un imaginario político ciudadano que ratifica la asociación inevitable entre izquierdas, caudillismos y división; es decir, la imposibilidad de asociar izquierdas a la democratización del poder desde el ejemplo en casa, la imposibilidad de unidad del FA y el de construir esperanzas de cambio democratizador. Lo que logramos en las elecciones ciudadanas primarias de candidaturas presidenciales y congresales, inéditas en la historia de las izquierdas en el país, se cae por acción agresiva mediática, por inacción del FA y de TYL, así como por las desinformaciones de los/as activistas declarantes en la prensa escrita nacional.


La situación actual: un Frente de Organizaciones y Ciudadanos/as, promovido por TYL que legalmente es titular del “Partido El Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad” 

El Frente Amplio no es la aplicación de una inscripción en el JNE. El Frente Amplio es una construcción social de una propuesta política de izquierdas, concebida como Frente de Organizaciones Políticas, Organizaciones Sociales y Ciudadanos/as. No fue concebida como Partido; es decir como militantes regidos por una única pertenencia política-orgánica común: un programa, un estatuto y una dirección nacional. La opción por un Frente Amplio, fue la decisión del Congreso Nacional de TYL, el 01 de noviembre 2013, que acordó cambiar su denominación oficial por otra que permitiera poner la inscripción de TYL al servicio de la unidad de las izquierdas para las elecciones, por eso se acordó adoptar un nuevo nombre: “Partido El Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad”, la que fue inscrita en el JNE. Una construcción promovida tercamente por TYL, en una primera etapa de modo errado y cupular con gran parte de los que ahora se agrupan en “Únete”; luego en su nueva etapa con las actuales organizaciones miembros del comité de dirección del FA.

La versión del periodista Martín Hidalgo (El Comercio, 10 julio) cuenta mañosa y erradamente la historia al revés. Según él: “Tierra y Libertad no quiere que el frente sea más amplio...Para entender la problemática, es necesario explicar que la base de la agrupación es el partido Tierra y Libertad, que contaba con la inscripción electoral y aceptó cambiar su nombre a Frente Amplio para ir en alianza con el Partido Socialista (PS)...y el Movimiento Sembrar”. La historia verificable: TYL decidió el 01.11.2013 su cambio de denominación por decisión autónoma, no fue una propuesta externa a TYL en el que sí se justificaría el verbo aceptar; la resolución del Congreso nacional que lo aprobó no afirma con qué partidos u organizaciones con nombre propio se construiría ese Frente Amplio.

Tampoco la militancia del FA que no es de TYL tiene una “una suerte de pertenencia disminuida, de segunda”; tienen derechos de voz y voto en igualdad de condiciones que los/as de TYL, en el marco de las limitaciones del esquema institucional del FA actual.

La prueba está en que actualmente en su órgano de dirección nacional ejecutiva - el COMITÉ PERMANENTE DEL FA - están representados las 6 organizaciones constituyentes del FA actual por 12 miembros activos: Tierra y Libertad (5); Sembrar (2); Movimiento Gran Transformación (1); Movimiento Liberación 19 (1); Pueblo Unido (2) y la Central Única de Trabajadores (1). Como se puede apreciar TYL no tiene mayoría, es más suele ocurrir que 3 de los 5 de TYL suelen coordinar previamente con Sembrar. Así mismo, en su órgano de dirección nacional de mayor jerarquía del CP-FA, que se llama Consejo Nacional del FA, de las 40 personalidades que lograron consenso de las organizaciones constituyentes del FA, la gran mayoría no es simpatizante o militante de TYL. Un nuevo órgano de dirección nacional se ha construido en la práctica: el congreso del FA en gran parte ahora compuesta por delegaciones de los comités regionales del FA, con voz y voto, y cuyas decisiones se respetan. Ahí no mandan las personalidades como en el CN-FA tampoco las organizaciones del CP-FA, manda la deliberación y votación más amplia. Por otra parte, no menos importante, la militancia política del FA se inscribe en sus Padrones y constituye sus Comités Regionales-provinciales-Distritales del FA, donde tienen derecho de voz y voto.

Otra prueba imprescindible, en este pacto político-social de Frente Amplio, reside en que Tierra y Libertad teniendo la inscripción en el JNE, ha adoptado todas las decisiones acordadas por el Frente Amplio y las ha tramitado como suyas en el JNE: las candidaturas presidenciales y congresales tal cual. Pues, su dirección nacional tiene ese mandato de su Congreso y de su CEN.

Simultáneamente, al proceso de construcción del Frente Amplio como frente de organizaciones, cada organización miembro sigue con su vida política autónoma y poniendo en marcha ese proceso de construcción. Es así que TYL, en tanto partido inscrito oficialmente, cuenta con su Padrón de Afiliados inscrito en el JNE y suele tener cada dos meses la sesión del Comité Ejecutivo Nacional – el CEN – donde la mayor parte de miembros plenos son las representaciones de las regiones -, cuyos acuerdos son mandatos para la Comisión Política Nacional-CPN. Este CEN no es del Frente Amplio, es del partido TYL. Es quien tiene potestad para aprobar la realización y poner fecha al Congreso Nacional de TYL. Todos y todas de la CPN saben que de acuerdo al Estatuto, corresponde a este Congreso la determinación del cambio político-orgánico de TYL, por lo que es irresponsable que un núcleo de dirigentes TYL presionen con otros de Sembrar a que el Congreso del Frente Amplio acuerde que el Padrón de Afiliados de TYL inscrito en el JNE se abra a la inscripción de militantes de otras organizaciones políticas y ciudadanos. Esa decisión no les corresponde; sí les corresponde en el proceso de empadronamiento de activistas del Frente Amplio, que tienen derecho de voz y voto en el FA, como se ha venido haciendo y se ha reactivado post-elecciones.

Me refiero directamente a lo declarado por el militante Carlos Monge y dirigente nacional de TYL y accesitario de Pedro Francke en el CP-FA, por lo tanto conocedor de lo informado anteriormente, pero que busca justificar su opción diciendo: “Este grupo de militantes estamos también planteando internamente que el padrón se abra de una vez, pues debemos comenzar a construir desde ahora el tipo de FA que queremos: grande y democrático y porque vemos que no podemos avanzar en esa dirección planteándole a quienes no son de TyL que acepten una suerte de pertenencia disminuida, de segunda” (Diario Uno, 11 julio). En otras palabras, hay un Estatuto que manda que el Congreso Nacional de TYL tiene ese mandato, pero qué importa, lo que importa es lo que ese grupo donde él lidera reclame públicamente a través de él para presionar a que se Padrón TYL se convierta en Padrón de activistas del FA ahora y de una vez, bajo argumentos demagógicos necesarios para revestir de democrático lo que no es. No importa sólo el para qué sino el cómo construimos decisiones colectivas partidarias; eso dice también lo que somos.

Lamentablemente, también en los medios se ha cruzado otra variable para buscar demostrar el sectarismo de TYL y de Marco Arana, sintetizado en el titular del Comercio (Martín Hidalgo): “Un frente que ya no es tan amplio. Discrepancias Partido de Marco Arana hace valer el peso de su inscripción electoral y no quiere más agrupaciones en el Frente Amplio. Marisa Glave y Pedro Francke piden licencia de Tierra y Libertad”. A continuación en medio de su artículo afirma: “...la posibilidad de que se les unan otros partidos de izquierda como Fuerza Social, el Partido Comunista y Patria Roja. Pero esta posición no resulta viable desde la visión de Tierra y Libertad”. Idem La República 09 Julio. Un poco de humor: ¡qué preocupación política porque queden fuera estas organizaciones de izquierda¡ por supuesto que es un artificio demagógico para desacreditar a TYL. Si hay un líder acusado y odiado especialmente por la trinchera extractivista depredadora es Marco Arana, si hay una organización acusada de terrorismo minero ha sido TYL. No es casualidad, es coherencia derechista. Salvo que los periodistas sean simpatizante de FS, PCP o PR.

El asunto es simple: esa decisión – el ingreso de esas u otras organizaciones como “Únete” que solicita su ingreso al Frente Amplio (no a Tierra y Libertad), por tanto con derecho a formar parte de algún nivel de representación nacional, no es potestad del Comité Permanente del FA, lo tendrá que decidir el próximo Congreso Nacional del Frente Amplio.

En debate: la situación futura: el Frente de Organizaciones y Ciudadanos/as se convierte en Partido sustituyendo a TYL o apunta a constituirse en un Frente Político Electoral ante el JNE

Un congresista de TYL recientemente electo decía: ”los invitamos a la casa y ahora se quieren apropiar de la casa”. Sí y No. Desglosemos las posibles opciones: (i) sí, en caso se ejerciera presión dentro y desde fuera mediáticamente para imponerle a TYL vía la política de hechos consumados esa situación, incluso groseramente de modo que ni esperarían la decisión política del congreso nacional de TYL (es la instancia competente); en ese escenario entonces es legítimo hablar de apropiación/expropiación; (ii) no, en caso TYL tome la decisión de invitarlos a la casa para compartir la propiedad y decisión de la casa; es decir, en un escenario mediante deliberación y persuasión desde el FA – sin presión mediática interesada –, el Congreso Nacional de TYL decide que el FA se haga de la casa. Dos escenarios sustantivamente diferentes: el primero, un escenario de imposición y, el segundo, un escenario de persuasión respetando la decisión de TYL incluso en caso se afirme en mantenerse como Partido sea con su denominación actual o cambiando de nombre. Si así fuera, en este último caso, ¡no se acaban el mundo de las izquierdas; menos aún el proceso de Frente Amplio, salvo que se vuelva una discusión existencialista¡

Lo que están mostrando los hechos y las declaraciones es que se está construyendo – sin querer queriendo – el primer escenario: el de la imposición que conllevaría a la ruptura tarde o temprano. Porque el debate es cupular y en torno a sí abrimos o no el Padrón oficial de TYL. No hay en marcha un debate organizado, un proceso deliberativo con argumentos en las bases; lo que estamos leyendo y escuchando, muestra más una lógica de direcciones nacionales en el FA y en TYL que parecen reproducir parte de las lógicas cupulares o elitistas que tanto criticamos a la derecha política. Lo que quiero decir, es que el debate de fondo es qué concebimos y queremos del Frente Amplio de cara a los desafíos democratizadores en adelante; es el debate de fondo que no se está abordando. Lo han dicho jóvenes líderes de TYL reclamando este debate a su dirección nacional.

Yo sólo llego a ver, un deseo impulsivo de un núcleo de amistades políticas nacionales de TYL y Sembrar por una unidad de refundación de la izquierda como Partido Único Masivo: ¿una versión actualizada de la carnetización de militantes de IU? Sustento: impulsivo porque hay como una ilusión de que si se consigue eso se ganan las elecciones que se vienen hacia el 2021 para gobernar el país y no sólo administrarlo. Están en su derecho de apostar por esa opción, pero no a imponerla abusando del poder temporal de representación de la que gozan. Yo sólo llego a ver, una reacción defensiva del otro núcleo de dirección nacional de TYL con mayoría en el Comité Ejecutivo Nacional de TYL, la intuición de que se les quiere imponer una decisión para “vestir un partido desvistiendo al suyo”. Están en su derecho de tomar esa opción, pero deben someterla a la decisión informada desde ahora y deliberada-resolutiva en el próximo Congreso Nacional de TYL.

Yo sólo llego a repetir lo que he opinado en eventos anteriores de TYL: el Frente de Partidos, Organizaciones Sociales y Ciudadanos es la unidad política-orgánica-programática necesaria como expresión de la diversidad de énfasis políticos que corresponden a la diversidad de actores sociales potencialmente democratizadores en nuestro país, imposible de uniformizar ni siquiera desde las izquierdas. Es más, la opción de Partido Político Único es contra natura políticamente hablando, será para muchos frentistas “lo políticamente correcto”, pero no va con la realidad ni con la credibilidad ganada. Requerimos un FRENTE DEMOCRÁTICO Y DEMOCRATIZADOR que demuestre unidad en la diversidad dialogante, donde activen y lideren los mejores hijos/as de los pueblos, con sus diversas representaciones orgánicas y prioridades políticas particulares construyendo prioridades políticas comunes, es decir, una propuesta y apuesta de acción programática y estratégica en y con los pueblos. Un Frente donde TYL sea uno de sus cimientos con otras organizaciones políticas y más mucho más organizaciones sociales y ciudadanas en todo el país. Para ello, alentar que otras organizaciones miembros del actual FA logren su inscripción ante el JNE, para la constitución oficial del Frente Amplio. Y, a retomar la disputa a la derecha.